Caricatura costumbrista



En las trincheras de papel, “El Chango” García Cabral satirizó y enjuició a varios personajes públicos de la época. Tenía facilidad para el ejercicio de la crítica política con un humor filoso. Apuntaba con pincel, sátira y humor, los errores, vicios y costumbres de la sociedad, y hacía retratos que reflejaban en unos cuantos trazos los rasgos físicos y morales que caracterizaban a su “víctima”.

No perdía de vista la cotidianidad y capturó los detalles de la vida nacional, demostrando su agudo mirar y su calidad plástica las ilustraciones de personajes protagónicos, personalidades de la farándula y, en general, los tipos sociales mexicanos. Reunió un repertorio de ejemplares populares y urbanos: el político, el burócrata, el vago, el comerciante, las muchachas de barrio y muchos más.

Se debe reiterar que fue un dibujante de delicada observación, es decir, no descuidaba ningún detalle de lo que perfilaba lo que le permitió captar con facilidad la esencia de los personajes pintados y su capacidad para la crítica costumbrista mostró su sagacidad para el análisis sociológico.